Murasakiiro no Qualia - Capítulo 4
Capítulo 4:
Los ojos Púrpura de Marii
Los iris de Marii Yukari son de un hermoso color púrpura.
No podías verlos bien desde lejos, pero entre más te acercabas, eran más evidentes. Cuando te mira con esos ojos claros color púrpura, puedes sentir como los músculos de tu espalda se tensan; te dan la sensación de que estás siendo atraído hacía esos ojos.
Y si le preguntas a las personas a su alrededor que piensan de ella, lo primero que van a mencionar son sus ojos, no su cabello esponjoso y ondulado.
Marii Yukari tiene ojos púrpuras, eso será lo primero que dirán.
También es sensible a las luces brillantes, algunas veces puedes verla usando gafas de sol o viseras.
Esas cosas se ven bastante bien en ella, pero, siendo honesta, tengo la sensación de que le falta algo cuando oculta sus ojos.
Una vez tuve la ingenua idea de que probablemente esos ojos eran la razón por la que veía a todos los demás como robots, por eso se lo pregunté.
“Nah”, comenzó a reírse.
“Es raro que alguien tenga ojos púrpuras, pero hay mucha gente y ellos no ven las cosas como yo”. Me dijo.
Bueno, supongo que es verdad.
Me explicó que el problema no era su vista, sino la forma en la que percibe las cosas.
Aunque era bastante raro, había ocasiones en las que se quejaba de su problema.
“Algunas veces… pienso en la razón por la que Dios no me deja ver a los demás como veo a mí. Si los humanos se ven como robots para mí, entonces mi cuerpo también debe ser el de un robot… ¿pero por qué soy la única que no se ve como un robot? ¿Quizás, de alguna forma, también tenga una apariencia diferente al de un humano normal?”
“No lo creo. Te ves complemente normal para mí.”
“Gracias. Tal vez mi vista no sea lo que está mal, sino mi percepción.”
No estaba aterrada de todo lo que veía a través de sus ojos púrpuras.
Lo que le aterraba era lo que no podía ver.
Le aterraba su propia apariencia – le aterraba que no pudiera verse a sí misma como un robot ‘normal’.
Era inevitable que se lo preguntara.
“Yukari, ¿te gustan tus ojos?”
La pregunta sonó estúpida en el momento que salió de mi boca, pero no podía retractarme en ese punto.
Traté de mantener la calma y continué.
“Me gustan tus ojos. Tienen un hermoso color púrpura. Se ven bien en ti.”
“Wah. Gracias… creo que también me gustan mis ojos.”
¿Realmente lo cree, o solo son palabras vacías? No hemos sido amigas por mucho tiempo como para decirlo.
Todo lo que podía hacer era tener fe.
Fe en que realmente le gusten sus propios ojos.
Cuando nació, sus padres probablemente se sintieron atraídos por sus ojos y seguramente le pusieron su nombre basándose en ellos.
Yukari se escribe con el kanji de ‘púrpura’.
En serio espero que no los odie — que no odie esos ojos púrpuras que se habían convertido en su nombre.
No le dije nada sobre mis sentimientos, pero le hablaba por su nombre y no por su apellido, Marii. Yukari, así es cómo la llamo. Aún me avergüenza un poco hacerlo, pero lo hacía de todos modos.
Porque me gustan sus ojos púrpuras.
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