Ashe The Soul Eater:Living as a Soldier and a Church Sister, I Work Behind the Scenes While Pretending to Be Human - Capítulo 1.2
Capítulo 1.2
¿En serio eres la capitana de esta unidad?
Después de darle la bienvenida al novato y de revisar el papeleo de la mañana, era hora de ponerse a trabajar.
—Primero haremos nuestra patrulla matutina. Todos deben tener su equipo listo en cinco minutos.
Usando diversos equipos, como pistolas y armaduras protectoras, salimos a la ciudad.
El treceavo escuadrón normalmente recorre la parte noreste de la capital, pero hoy decidimos tomar un rumbo diferente y pasar por el mercado, el que recorrí en la mañana, para poder presentarles a Noah.
Conmigo a la cabeza, Alexei y el resto del grupo formaron dos líneas; siete personas vamos a recorrer la ciudad. Somos diez en total, pero dos de los miembros restantes se van a encargar de las tareas de la estación. El último se va a encargar del mantenimiento del equipamiento mágico. Es un anciano que ya se debía retirar desde hace tiempo, pero se la pasa relajándose en su habitación, dándole mantenimiento al equipo. Claro, si es que no se lastima la espalda.
—Kamil, ¿el viejo timonel vino al trabajo?
—Sí, lo vi justo antes de que comenzara el día, se estaba dirigiendo a la sala de mantenimiento.
Eso es bueno. Sin embargo, puede renunciar en cualquier momento. Además, el anciano trabaja con otras unidades, no es alguien que se quede en nuestra casa todos los días.
Siempre andan presionando al Príncipe Matthias y al General de brigada con darle a cada unidad una persona de mantenimiento exclusiva, pero es muy difícil atraer, tanto a la ciudad como al ejército, a personas que puedan manejar aparatos mágicos. Por no mencionar que no puedo darme el lujo de escoger a mis oficiales y no puedo irme sin dejar el cargo, todo por culpa de la organización del ejército, es muy molesto.
Mientras hablábamos de eso, llegamos al mercado. Ya estaba bastante animado cuando pasé, pero la conmoción frente a nosotros era mucho más intensa, con voces tan altas que era difícil distinguir si estaban peleando o no.
De hecho, las peleas entre tenderos y clientes, tenderos y tenderos, clientes y clientes son bastante comunes.
—No te vayas a perder, Noah,
Le hablé a Noah, quien probablemente no conozca el lugar, y entonces entramos en el eufórico mercado.
Aunque, cuando un grupo como el nuestro entra en esta clase de lugares, lo más normal es que las personas se vayan en masa, como ratas.
—Oh, Capitana. Buenos días. ¿Está haciendo su rondín?
—Sí, así es. Banal, no vayas a pelearte con el tendero de al lado, ¿entendido?
—Buenos días, Ashe. ¿Te gustaría comprar alguna de mis verduras?
—Buenos días, Jessica. Pasaré por la tienda en otra ocasión.
—¡Oye, Ashe! ¡Come esto mientras patrullas!
—Danke, Yamouth, Alexei, denle esto a los demás. Y Noah, ni una palabra de esto, ¿entendido?
No sé por qué se me acercan, pero siempre lo hacen. Al final, Yarmouth, el vendedor de frutas, se acercó a regalarnos naranjas, estaban incrustadas en los ganchos de su mano protésica. Las aceptamos con gratitud y se las entregué a los chicos. Sí, el jugo es dulce y delicioso.
Pero… estos chicos seguramente piensan que soy su hija o su nieta. Estoy segura que conocen mi verdadera edad.
Sin embargo, solo estoy tomando lo que puedo llevar, y en caso de emergencias, van a ayudarme en todo lo que puedan. Los militares y la policía suelen ser odiados por el público, pero no es malo ser amada por ellos. Es molesto que me traten como una niña, pero voy a permitírselo por el bien de nuestras operaciones.
De esa forma, terminamos sin incidentes nuestra patrulla por el mercado y nos dirigimos a patrullar la segunda calle del norte.
Y.
—¿…Cabo Dolphin?
—Está bien. Oh, sí… ¿Ah? ¿Quién me habló?
Desde atrás se podía escuchar el murmuró de Noah y la voz desenfrenada de Kamil.
—Bueno…. ¿Estás seguro que la Teniente Shevelowski es la capitana de este escuadrón?
—Así es. Viste su insignia de capitán, ¿No?
—Lo hice, pero todavía no puedo creerlo… Es que, no tiene la apariencia de un capitán del ejército, ¿no necesitas un poco más de dignidad o de esas cosas para convertirte en capitán? Cómo se atrevieron a hacerle eso a una niña…
—Puede que la capitana se vea así, pero tiene veintisiete años.
—Lo he escuchado, pero… el mercado la está tratando como su mascota.
—Oh, bueno, eso no lo puedo negar.
Cree que no lo estoy escuchando, por eso está hablando sin rodeos. Desafortunadamente, tengo una audición mejor que el promedio y escuche todo, incluso las cosas malas.
—Tiene un cuerpo pequeño y no está los fines de semana, ¿No es así? ¿Podremos lidiar con las emergencias?
—¿…Eh? ¿Eso era lo que te preocupaba?
—En realidad, el Sargento Zelensky es el que está a cargo, y la capitana es la princesa de algún reino o eso dicen, por eso le dieron el rango de capitán, para aumentar su prestigio.
Hmm, entonces le preocupa si puedo ocupar el puesto de capitán. No parece que me haya ganado la confianza de Noah todavía.
De hecho, hay muchos casos de hijos de nobles que ocupan puestos militares lejos del frente como un señuelo o para aparentar, no es de extrañar que piense así después de ver esta escena. Aunque sigue siendo de mala educación.
¿Pero que debería decir? Puedo patearle las bolas en este momento y enviarlo a alguna zona activa para volver a re entrenarlo, pero no sería maduro de mi parte.
Puse mi mano en mi barbilla y comencé a buscar una mejor idea. Cuando escuché un leve crujido adelante.
—¿Teniente?
—Oh.
Alexei y Kamil se dieron cuenta de lo que sucedía, provocando que la atmósfera cambiara. Noah era incapaz de seguir el ritmo repentino de eventos, pero decidí ignorarlo por completo.
Y entonces.
—¡Ratero! ¡Es un ratero! ¡Alguien atrape a esa rata!
La segunda calle del distrito comercial no está tan concurrida como el mercado, pero hay bastante gente. Un hombre saltó de un estrecho callejón.
El hombre, vestido con harapos polvorientos, apareció en las calles con sus piernas desaliñadas y movió su rostro frenéticamente de derecha a izquierda. Cuando nos vio, corrió en la posición opuesta, empujando a los transeúntes.
A esta hora del día todos se dirigían a su trabajo. Por lo que el hombre rápidamente se mezcló con la multitud.
—¡Un ladrón! Tenemos que darnos prisa y perseguirlo…
El novato, quien finalmente había entendido la situación cuando me vio, trató de seguirlo con vigor. Pero extendí mi brazo frente a Noah para detenerlo.
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