Aoharu Devil - 2-Capítulo 2

Aoharu Devil
Volumen 1-Capítulo 2

Después de un tiempo, Ioka finalmente despertó. Estuve observando su preciada figura mientras descansaba, era imposible apartar la mirada de su hermoso ser, pero al mismo tiempo sentía una extraña sensación en mi cuerpo que me hacía querer escapar. Lo seguí haciendo hasta que despertó.
—Uh… —miró desconcertada a su alrededor
—Despertaste. Em… por poco incendias el…
— Me tocaste… Lo recuerdo perfectamente… —detuvo mi explicación al señalarme acusatoriamente
—Bueno, no dejabas de moverte
—Lo hice porque pensé que podrías… —declinó mientras tocaba su cabello, sintiendo que algo importante faltaba —Eh, desapareció…
—Aquí tienes —saqué de mi bolsillo su accesorio en forma de estrella. Lo encontré en el suelo después que ella cayera en su profundo sueño
—Gracias al cielo… —se calmó al ver su preciado accesorio. Su reacción era muy distinta a cuando le entregué el paquete de mentas.
—E-Esto…
—¿Qué sucede?
—Muchas gracias —el color de sus mejillas adquirió un tono similar al de las llamas que ella emitía.
—¿Jóvenes confesando sus sentimientos en lugares como este? Que romántico. A medida que crezcan, estarán más interesados en el sexo opuesto. Pero no es bueno dejarse llevar por los instintos, es importante informarse y obtener el consentimiento de la otra persona ante este tipo de afecto—Sai-san estaba a mi lado diciendo cosas absurdas.
—Eres un poco grosera para ser una enfermera
—Um…Saitou-Sensei —preguntó Ioka, ignorando mi incomodidad
—Puedes llamarme Sai, la guapa enfermera que sobresale en cada aspecto de su vida.
—Es muy vergonzoso cuando lo dices constantemente—respondí
—Te lastimaré si lo vuelves a decir, hermanito
—¡Basta!
—¿Acaso… son hermanos? —preguntó Ioka
—No exactamente, Sai-san se lleva bastante bien con mi hermana mayor —respondí
—Así es. La conozco desde la universidad, se podría decir que somos como hermanas gemelas—Ioka mostró una expresión de asombro—Es una sorpresa haber conocido a su hermanito en mi lugar de trabajo. ¿No es genial que un chico tenga a una enfermera hermosa que también sea amiga de su hermana?
—Pienso que mi hermana es mala escogiendo amigos —A pesar de que ella suele entrometerse en mi vida, entiendo que también me cuida de varias maneras. Sin embargo, es vergonzoso ser tratado así en frente de los demás
—Lo siento por preguntar sobre cosas tan personales —Ioka se mostró preocupada. Antes que pudiera decir algo más, Sai-san puso su mano en uno de sus hombros.
—Tranquila, Ioka-san, no es necesario que seas formal. Puedes ser una estrella de la moda en el mundo exterior, pero aquí solo eres una estudiante —las pupilas de Ioka aumentaron ligeramente. Era como si todas las piezas del rompecabezas finalmente encajaran en su lugar.
—Sai-sensei ¿Qué cree que me pueda estar pasando? —preguntó
—No puedo decirte exactamente tu problema, ya que la repuesta siempre se encontrará en tu corazón —Sai-san sonrió, y señaló a Ioka— Entonces empecemos con esto. Ioka-san, lo más probable es que estés siendo poseída por un demonio
—¿Un demonio?… No entiendo —respondió Ioka seriamente
—Así es. Un demonio. Las llamas que salen de tu cuerpo definitivamente son causadas por un demonio.
Después de un incómodo silencio, Ioka se puso sus zapatos y se levantó de la cama con dirección a la entrada, sin decir una sola palabra
—¿A dónde vas, Ioka-san? —preguntó Sai
—Vaya decepción. No quiero escuchar más tonterías
—¿Tonterías? ¿Qué sucedería si tus síntomas reaparecieran?
—Lo controlaré por mi cuenta. Siempre lo he estado haciendo.
—Está bien, eso me quitará trabajo innecesario. Entonces, adiós. —Ioka se sorprendió un poco al pensar que Sai-san intentaría persuadirla
—Por cierto, sobre los dulces de menta… —Sai-san limpió sus lentes con su bata— sería genial si funcionaran la próxima vez
Ioka se detuvo y giró lentamente su cuerpo, Sai-san hizo una sonrisa malévola ante su reacción
—Bingo. Tanto si estás poseída por un demonio o no, eso no importa. Lo que verdaderamente importa es cómo puedas controlarte ante esa situación. ¿No es así, Ioka-san?
—Sai-sensei ¿Qué tipo de persona es usted exactamente? —al escuchar la pregunta de Ioka. Sai-san se volvió a poner las gafas
—Buena pregunta. Ser una enfermera es solo una fachada para mis verdaderos intereses. Actualmente me especializo en todo lo relacionado a la investigación de demonios en la Universidad de Johoku. Estudié en la escuela de posgrado de estudios culturales y fui integrante del centro cultural de antropología. También participé en el grupo de psicología de los fenómenos conceptuales, también conocido como la investigación de demonios. Me fue otorgado el cargo de investigación de exorcismos en este instituto. Lo que es llamado…—Respiró profundamente y continuó—…un exorcista.
—Tu historial es demasiado largo —Sai-san se encogió de hombros— ¿Exorcista? Lo he oído en alguna parte, pero no estoy seguro de lo que es.
Sai-san humedeció sus labios ante la confundida expresión de Ioka
—Bueno ¿Has visto esa película? Aquella en la que la chica adopta una pose de araña y baja las escaleras en reversa, mientras escupe una especie de líquido verde . Pero en la vida real, los demonios exorcistas no suelen ser así
—Tras pensarlo por unos instantes, Ioka volvió a sentarse en la cama
—Escucharé a tu explicación. Pero… me es difícil creer esto
—Buena chica ¿En dónde debería empezar? —entrecerró sus ojos ante la respuesta de Ioka, tomó su bloc de notas y empezó a dibujar en él
—Los demonios siempre han coexistido con los humanos para entregarle su fortaleza. Intercambian ciertas cosas para satisfacer los deseos humanos. Los eventos más importantes de la humanidad han sido realizados junto a la ayuda de los demonios, y han sido reconocidos entre los investigadores como un hecho. Además, los demonios están compuestos casi completamente de éter , el quinto elemento que suele conformar los cielos y las estrellas, esto quiere decir que solo pueden ser invocados a través de complejos. No hay posibilidad de verlos con tus propios ojos mientras tengas una vida común y corriente.
—¿Es así? ¿Y qué hay de Ioka? —pregunté, confundido.
—Hay casos en los que esto ocurre de forma natural. Es la famosa “Posesión del mal” el cual materializa a los deseos y necesidades más profundos de la persona a través de los 4 principales elementos presentes en el cuerpo. Pero en el Japón de hoy, estos casos se limitan exclusivamente a los jóvenes. Es muy interesante ¿No lo creen? Oh, y lo más importante… —Sai-san se detuvo por un momento y empezó a sonreír — … lo que más les atrae a los demonios es a los corazones juveniles
—Juveniles… —Intercambié miradas con Ioka
—Así es. Anhelar algo importante provoca ansiedad física y mental que las impulsa a perseguir las estrellas del cielo. La juventud es una de esas etapas que nos impulsa a soñar con cosas imposibles —Sai-san sacó una paleta de su escritorio, quitó la cubierta de plástico y la puso en su boca. Al igual que las acuarelas se impregnan suavemente en el papel, me llevó cierto tiempo comprender la extraña situación
—¡Nunca pensé tener esta maldición! —exclamó Ioka
—Es natural. Ellos materializan aquellos deseos y necesidades de los que ni siquiera eres consciente
—Bueno ¿Qué podemos hacer al respecto? —seguí pensando. Si los demonios cumplen eso, entonces…
—Debemos cumplir nuestros deseos y necesidades por cuenta propia ¿No es así?

—Correcto. —Sai-san dirigió su paleta directo a mí— Si quieres lograr algo, debes hacerlo con tus propias manos. No hay nada que los demonios puedan hacer si no tienes un deseo o necesidad que cumplir.
Quizá no suene tan complicado. El verdadero reto es averiguar con exactitud cuales son.
—Pero… ¿Por qué los dulces de menta calman mi locura? Estaré bien si mantengo mis emociones a control —respondió Ioka
—Sentir hambre es una esencial necesidad humana. Al satisfacerla temporalmente, los demonios obtienen la errónea impresión que tus necesidades hayan sido satisfechas. Los dulces de menta proporcionan una sensación refrescante, lo cual es suficiente para calmarte, el chocolate también sería efectivo ya que contienen azúcares. Sin embargo, esto es algo temporal, a este paso los demonios continuarán controlando tu cuerpo y aumentando su poder
—¿Algo temporal?
—Así es. Las cosas pueden empeorar —Ioka humedeció un poco sus labios y se quedó en silencio— Pero tienes suerte. Después de todo, soy una exorcista profesional y tan valiente como un perro de caza, así que puedes dejar todo este asunto en mis manos —Sai-san se levantó y presionó su pecho en señal de orgullo.
La campana del instituto sonó indicando el cambio de hora.
—Bueno, es todo por hoy. Pueden volver el día de mañana
—Espera, aun quiero preg… —expresó Ioka
—Oh, sí. También puedes venir, Aruha-kun
—¿Por qué?
—¿Acaso quieres que la malvada enfermera sea la oponente del terrible demonio?
—¿No es muy distinto a lo que has dicho hace un momento?
—Es necesario que vengas, Aruha-kun —al oír estas palabras, mi mente se nubló. Varios recuerdos pasaron ante mis ojos.
¿En serio lo tengo que hacer?
Lo único cierto es que esa persona no volverá. Cada vez que pienso en ello, sensaciones indescriptibles aparecen y consumen lo que queda de mí
—Tienes que esforzarte, hermanito —Sai-san guiñó seductivamente
¡¿Qué le pasa?!
—Bien, bien. ¡Vamos! ¡La enfermería está cerrada!
—¡Sai-san! ¡Espera! —Fui obligado a salir junto a Ioka. Una extraña atmosfera estaba presente entre nosotros. Derrotada, agachó un poco su cabeza, mostrando una expresión muy peculiar.
No hay marcha atrás a esto ¿No es así?, suspiré
La hermosa chica de aquel video había desaparecido. La confianza que me mantenía callado se desvaneció. De cierta manera, ella parecía muy vulnerable y frágil. Verla de esa forma hacía querer protegerla, pero no quería ser tan prepotente.
—Bueno, entonces nos vemos —rompí el silencio
—¡Espera! —Ioka sujetó de mi brazo
—¿Qué sucede?
—¿Puedes… venir conmigo mañana?
—Bueno, la verdad es que no sé mucho acerca de lo que te está sucediendo. Sé algo acerca de ellos, pero solo porque mi hermana y Sai-san están muy involucradas en ese tema.
—Pero Sai-sensei dijo que vinieras…—mantuvo su mirada fija en mí, buscando alguna excusa. Siendo sinceros, no creía que pudiera aportar mucho a la investigación. Aunque… no se puede tapar el sol con un dedo
Suspiré profundamente y respondí:
—…Bien, nos vemos después de clases
—Comprendido, hasta luego
—Eres muy extraña…
—Solo me comporto de acuerdo con mi posición social. Espero que lo consideres elegante
—No lo veo así
—¡Como sea, no huyas! ¡Hasta mañana! —La ansiosa expresión que tenía momentos antes desapareció y caminó con paso firme
Hasta mañana, aquella frase seguía resonando en mi mente