Tonari no Seki ni Natta Bishoujo ga Horesaseyou to Karakattekuru ga Itsunomanika Kaeriuchi ni Shiteita - Capítulo 1
Tonari no Seki ni Natta Bishoujo ga Horesaseyou to Karakattekuru ga Itsunomanika Kaeriuchi ni Shiteita-Volumen 1-Capítulo 1:
El mejor asiento.
– Wow, ¡acaso no eres afortunado! ¡Obtienes el mejor asiento, en el fondo, cerca de la ventana y todo!
Era temprano por la mañana en un día de clases, y Yuuki Narito estaba siendo detenido por una de las pocas personas del selecto grupo con las que suele hablar regularmente en clases, Keitarou Hayami, mientras se estaba cambiando los zapatos en la entrada. Keitarou destacaba con su cabello puntiagudo, sus mangas enrolladas, y su rebelde camisa desabotonada en el cuello. Se refrescaba a sí mismo con un ventilador, a pesar de que había algo de calor particularmente ese día.
– Sí, el asiento al lado de la ventana es demasiado genial- respondió Yuuki, sin mucho interés
– ¡No bromees tonto, ambos sabemos que la ventana es solo la cereza del pastel!
Ya habían pasado dos meses desde que Yuuki comenzó su segundo año en la preparatoria Higashiseiyou. Justo cuando los estudiantes finalmente se habían instalado, se realizó un sorteo para cambiar el lugar de los asientos asignados. Al parecer, Yuuki había tenido suerte con su nuevo lugar, y por eso Keitarou lo estaba molestando. Resulta que, Yuuki, ahora tenía el privilegio de sentarse junto a Yui Takatsuki, la chica más guapa de la clase.
– No soy el único que se dio cuenta, hombre. Todo el mundo está hablando de eso justo ahora. ¿Cuáles eran las probabilidades, sabes? Fácilmente has usado el resto de tu fortuna para los años que vienen, hombre.
– Preferiría haber usado esa fortuna para ganar la lotería, para ser honesto.
– ¿Por qué siempre tienes que ser así? Te mataría, ¿sabes?, no seas un pesimista, ¿has escuchado de ese nuevo invento llamado ‘interesarse un poco’?
En su opinión, Yuuki no quería que el resto de su potencial suerte se desperdiciara tan frívolamente sin su conocimiento, y mucho menos en algo tan trivial. Mientras Keitarou siempre le llamaba indiferente, Yuuki a su vez pensaba que Keitarou era demasiado enérgico. De hecho, Yuuki le dijo una vez que parecía el tipo de persona que se desvía por utilizar un tedioso calendario, y Keitarou no veía nada malo en ello.
– Puedes pretender que no te importa nada de eso, pero estoy seguro que ese sombrío corazón tuyo late con fuerza desde la última noche. “Oh por dios, ¿Qué se supone que haré si ella me habla? ¿¡Qué debería decirle?!”
De acuerdo a Keitarou, Yuuki era mucho más pasivo que una persona promedio. Además, siempre se ve como si no hubiera dormido suficiente la noche anterior. Como si su cabeza estuviera vacía o algo así. Pero aparte de eso, Yuuki era el típico estudiante de preparatoria promedio. O al menos eso era lo que él pensaba de sí.
– No creo que ella tenga algún motivo para hablar con alguien como yo.
– No bro, te equivocas completamente. Ella tiene el hábito de entablar conversaciones con cualquier chico que se siente a su lado, sin importar si son tan aburridos como tú.
– Espera, ¿ella habla con cualquiera que se siente a su lado?
– Existe el rumor de que todos los chicos que se sentaron a su lado terminaron confesándole su amor y ella los rechazó por completo. Realmente, siento que ya he mencionado esto antes.
– Digo, le dicen ‘La asesina del compañero de al lado’ por una razón, mi chico. Hablando de eso, tenemos una quiniela sobre cuántos días tardarás en ser su víctima. El consenso es de tres días máximo, pero tú eres mi amigo, así que confío en que sobrevivirás una semana completa.
Keitarou siguió diciendo tonterías y dando violentas palmaditas en el hombro a Yuuki hasta que llegaron a su salón. En cuanto entraron, Keitarou empezó a turistear por toda la clase como solía hacer. Y, como de costumbre, se encontró con las frías miradas de todos los presentes, que hicieron todo lo posible por ignorarlo. En cambio, Yuuki, se dirigió directamente a su escritorio sin saludar a nadie.
Uno puede preguntarse cómo es que estos individuos tan distintos se hicieron amigos. La respuesta es demasiado sencilla: fue por mera casualidad.
Hace mucho, mucho tiempo, durante cierta clase de educación física en primer año, se les pidió a todos que formaran parejas para un ejercicio. Keitarou fue rechazado como siempre, y todo el mundo se olvidó de Yuuki, por lo que ambos no tuvieron otra opción más que hacer pareja. Una vez que se inscribieron a segundo año, la pareja terminó en la misma clase. Una cosa llevó a la otra, y ahora ellos pasan una gran cantidad de tiempo juntos.
Yuuki siempre ha creído que todo en la vida era producto de la casualidad. El que Yui Takatsuki terminara siendo su compañera de asiento obviamente, no era una excepción. Espero que no sea demasiado molesta, pensó Yuuki, mientras iba de camino a su asiento junto a la ventana, dejando salir un somnoliento bostezo en el camino.
– Buenos días. -Dijo Yui con una sonrisa mientras Yuuki se sentaba en su nuevo asiento.
– Buenos días. -Respondió fríamente.
– Jeje, ¿Qué pasa con toda esa formalidad?
– Apenas nos conocemos el uno al otro.
– Oh por favor, no hay necesidad de ser tan frío. ¡somos compañeros de clase!
– Cierto, pero nosotros nunca hemos hablado antes el uno con el otro.
– Bueno, ahora lo hemos hecho, ¡supongo que ya puedes ser más informal! -Se rió y se acercó a Yuuki.
Han pasado cerca de dos meses desde que Yuuki terminó en esta clase, pero ciertamente no recordaba haber interactuado con Yui antes. Ni siquiera un simple saludo se le vino a la mente. Sus lugares estaban demasiado lejos el uno del otro, así que ellos nunca habían tenido la oportunidad de iniciar una conversación. En otras palabras, el asombro de Yuuki a su repentina amistad estaba perfectamente excusable.
Por supuesto, él aún la vio como otra compañera de clases. Aunque ahora estaba convencido de que su apodo-La asesina del compañero de al lado-no era solo una apariencia.
Hablando de eso, Yuuki tenía la tendencia de no hablar con las chicas que se sentaban a su lado. Mientras no se acercaran a él, nunca tendría un verdadero motivo para acercarse a ellas tampoco. Simplemente no le importaban mucho esas personas, lo que lo llevó a convertirse en alguien aislado del resto de la clase.
Ahora que los saludos habían terminado, Yuuki sacó un libro de su escritorio y empezó a leer.
– Oye, ¿Qué estás leyendo? -Preguntó Yui de repente. Ella se dio cuenta de que Yuuki estaba ignorando por completo sus miradas y eligió cambiar de táctica.
– Un libro.
– Oooh, parece que alguien es egoísta hoy. Es como si tuvieras el muro de berlín a tu alrededor.
– ¿Aunque lo derribaron hace años?
– Eh, bueno, entonces no importa… pero ¿no quiere decir eso que estás indefenso ahora?
– Aún tengo dos colosales restantes.
– Más te vale que no haya titanes detrás de esos muros, ¡si entiendes mi referencia! -Se rio un poco, antes de volver a intentar fijar la mirada en Yuuki. – hmm, no entendí esa clase de referencia, Narito.
– Espera, antes de que digas algo más. -Yuuki la interrumpió mientras extendía su dedo y dibujaba una línea en su escritorio, – creo que toda esta parte del escritorio es mi zona de seguridad.
– ¿Zona? Ah, ya veo. La zona Narito… ¿Qué sucedería si accidentalmente entrara en ella? ¿sería arrastrada y devoraría las personas en el interior?
– Solo estaría muy… sorprendido, digamos.
– Eh-huh. De todas formas, ¿Qué clase de libro es? ¿hay alguna cosa sucia allí? -Preguntó ella. La pregunta estaba completamente fuera de contexto, lo que agarró a Yuuki con la guardia baja, pero se las arregló para mantener fría su mente para así centrarse más en su libro. Yui tomó ventaja y se acercó aún más al chico, así ella podría mirar mejor lo que él estaba leyendo.
– Uhwah. -Aulló Yuuki. Esta era la segunda vez que ella consiguió sorprenderlo en tan solo unos momentos.
– ¿Qué fue ese ruido que hiciste? -Dijo ella con una mirada perpleja. Ella estaba tan cerca de Yuuki, que él prácticamente podía ver los pequeños mechones de su negro cabello sobre sus hombros flotando alrededor. Era más que deslumbrante.
Él se dio cuenta que los ojos de Yui miraban hacia abajo, mientras pensó que ella estaba leyendo el libro a su lado. Se preguntó qué estaba haciendo en realidad, pero lo resolvió simplemente cerrando el libro, dándole punto final a esta molestia. Su material de lectura ahora se ha ido, Yui regresó a su lugar.
– Así que estaba en Zarathstra, ¿eh? parece difícil de leer… ¿eres un gran fan de los libros de filosofía, de casualidad? (Myztery: Entiendo que el libro estaba en ese idioma xd)
– No, no suelo leerlos habitualmente.
– Entonces ¿Por qué actúas como si te hubiera atrapado leyendo algo travieso?
Bueno, quiero decir, el libro es extremadamente obsceno a su propia manera, él pensó para si mismo decir, “Yo no. Solo quería ver por mi mismo si era tan bueno como decían.”
– ¿Solo lo tienes por una persona a la cual le gusta el libro y quieres demostrar con desesperación que se equivoca o algo así? No importa, ¿Qué te pareció? ¿y estuvo a la altura de tus expectativas?
– Para nada. Está tan complicado que me molesta -respondió Yuuki. Él creía firmemente que pretender saber del tema mientras realmente no tiene gran conocimiento en ello llevaba a una pendiente resbaladiza que daría el disparo de salida a todos los engreídos que había por allí. Así que, en última instancia, Yuuki quería dar su sincera opinión, independientemente de lo que la gente pudiera pensar.
– … entonces ¿Por qué exactamente lo sigues leyendo?
Ella no se equivoca. Siento que el resto del libro se está volviendo una carga, pensó él. Enseguida metió el libro dentro de su escritorio. Yui, aparentemente sentía culpa por haber arruinado su diversión, empezando a buscar algo en su mochila para compensarlo. Después de un breve momento, ella sacó un libro de su mochila.
– Oye, ¿sabes qué? Tengo este libro que acabo de terminar de leer. ¿Qué tal si te lo presto? Aquí tienes. Se llama Quiero comerme tu hígado. (Myztery: Referencia a Kimi no suizo wo tabetai)
– ¿Es alguna clase de historia sobre un asesinato misterioso y grotesco? ¿O una historia que representa a los personajes bajo la influencia?
– Esas fueron las primeras cosas que se te ocurrieron, ¿verdad? pero realmente es una historia de amor muy movida.
– Pasaré. No soy un gran fan de ese género.
– ¿¡Quéééeé-?! Por favor, ¡dale una oportunidad! Te garantizo que es interesante, ¡así que léela!
– Usualmente no acepto nada de otras personas.
– ¿Es alguna clase de código ninja? ¿Te da miedo que pueda explotar en tus manos?
Las palabras “historia de amor” fueron más que suficiente como detonante para una desaprobación inmediata desde lo profundo de Yuuki. Cualquiera podría suponer que se debía simplemente a su falta de deseo de leer novelas románticas, o que sencillamente se debía a su escepticismo en general sobre su calidad. Sin embargo, lo que era innegable, era el hecho de que se trataba de un concepto completamente extraño para él. Después de todo, no es precisamente alguien que haya tenido muchas amigas, y mucho menos una novia. Sin embargo, eso no impidió que Yui intentara recomendarle un libro, pero Yuuki cruzó los brazos desafiantemente. Estaba claro que no tenía intención de ceder en ningún momento.
– ¡No dejaré que te cases con mi hija! ¡Regresa por donde viniste!
– Apreciaría si no doblaras ese dialogo frente a mí.
– Jeje, suena como algo que dirías con esa expresión. Eres un chico bastante raro.
– Soy completamente normal -declaró Yuuki. No hay nadie más tan ordinario y promedio que yo.
– Me alegra sentarme al lado de alguien tan intrigante como tú.
– Te estoy diciendo, en realidad no lo soy -él se estresó una vez más. No hay nadie allá afuera tan mediocre y simple como yo.
– Jeje, una vez más, un placer conocerte. -Dijo ella ladeando ligeramente la cabeza y sonriendo amigablemente.
Esa fue la primera vez que Yuuki se había acercado para ver su cara. Sus perfectamente arqueadas cejas estaban ocultas detrás de sus lindos flequillos. Sus ojos de ciervo le daban una apariencia linda e inocente, y servían para mejorar generalmente su encantadora apariencia. Su delicada nariz era más pequeña, sin embargo su lado más adorable, y su amplia sonrisa servía para acentuar el tono brillante de sus labios.
Ya veo, entonces por eso le dicen…
“La asesina del compañero de al lado”, la chica más guapa de la calase, no, de toda la escuela. Era indudablemente hermosa. El único problema era si te atraían las bellezas sutiles como ella, o si prefería las más llamativas. Sea como fuese, esa misma y delicada belleza estaba mostrándole a Yuuki una alegre sonrisa.
– ¿Hm? Qué pasa? -Preguntó Yui con una mirada dudosa cuando ella se percató de su mirada.
– No, no es nada. -Respondió, apartando la mirada mientras centraba su atención en los labios de ella. Tiene unos dientes tan perfectos. Estoy celoso.
Yuuki pasó el resto del tiempo antes de que empezaran las clases sin pensar en nada con alguna importancia en especial. Eventualmente, sonó el timbre y el profesor entro al salón poco después. Yui lo observó y prestó atención al profesor y silenciosamente se rio para sí misma, probablemente se preguntaba que estaba mal con él.
Como siempre, no sucedió nada digno de mencionar durante la clase matutina, y los alumnos regresaron a su vida cotidiana poco después de que ésta terminara. Yui no fue la excepción, ya que no perdió tiempo para regresar y hablar con Yuuki, mientras preparaba los libros de texto y demás cosas para la próxima clase.
– Oye, Narito… umm… acerca de nuestra clase de inglés, de la primera hora… estoy seguro de que el profesor me preguntará, así que bueno… ¡Me siento algo nerviosa y me preguntaba si me dejarías comparar mi tarea con la tuya! ¿Por favor? -Juntó las manos y agachó la cabeza de una manera exagerada. – ¿Puedo? Digo, supongo que está bien si no quieres…
– No me molestaría enseñártela, si de realmente la hubiera terminado. Se veía demasiado complicada.
– ¿Qué-? ¿No la hiciste? ¿Entonces por qué estabas leyendo un libro como si no te importara nada en el mundo?
– No es como que no la terminaré a tiempo de todas formas -dijo él, en un tono completamente monótono. Pensó que ese era el final de la conversación, pero estaba claro que Yui no planeaba dejarlo libre tan fácilmente. En lugar de eso, decidió decirle su opinión.
– Entiendes que eres el siguiente en la fila para pasar después de mí, ¿verdad? ¿No sabes que Miura es la clase de profesor que no quieres conocer su lado malo?
– Está bien. estoy preparado para las consecuencias.
– ¿Preparado? Eso está bien y todo, pero, ¿ni siquiera sientes un poco de culpa por ello? -Se quejó ella. Pasó a través de la paginas de su cuaderno con el ceño fruncido. – Aquí tienes. Puedes copiar el mío.
– Apreció la consideración, pero copiarla es un poco inútil.
– Eso no suena del todo convincente viniendo de alguien que ni siquiera se molestó en hacer su tarea. Me sentiría nerviosa si alguien tan desinteresado se sienta a mi lado, tropezándose con cada palabra. ¡Así vamos, deja el show!
– Vergüenza de segunda mano, eh… o tal vez…
– Eso no importa ahora. Solo copia mis respuestas, ¿ok? -Insistió ella, prácticamente imponiéndole su cuaderno a él. Al tener las respuesta literalmente tiradas sobre su regazo, se sintió un poco anticlimático para Yuuki, lo que lo dejó completamente preparado para la devastación que vendría, pero parecía que Yui no le dejaría escuchar el final de esto si él no cumplía. Así que, después de una buena cantidad de contemplación, él eligió prudentemente hacer lo que ella le había dicho.
– Ah…
– ¿Qué pasa? ¿Algo te dejó boquiabierto?
– Tu escritura es completamente bella.
– ¿Qu-quéé-? ¿D-de verdad crees eso? Creo que es normal, personalmente…
– Realmente sí, no es tan linda. Demasiado estereotipada.
– Solo ponte a hacerlo-Yui se quejó mientras lo apresuraba. La campana sonó justo cuando Yuuki había terminado de copiar las respuesta, y el profesor entró al salón poco después.
Miura, el maestro de inglés, rondaba los cuarenta años y se veía engañosamente inofensivo, pero esto no era más que una fachada. Bajo sus delgados lentes se escondían sus ojos fríos y faltos de emoción, como los de un pedagogo despiadado. Se había forjado una reputación de un rigor brutal que no solo se extendía en sus métodos de enseñanza en clase, sino también en las tareas que dejaba. En otras palabras, las preocupaciones de Yui estaban más que justificadas.
Si Miura se enteraba que un alumno no había hecho su tarea, bueno, decir que lo haría pasar un mal momento sería quedarse corto. El hecho de que la clase tuviera que enfrentarse a ese monstruo de profesor en la primera hora tampoco ayudaba, ya que la tensión era palpable incluso mucho antes de que sonara el timbre.
Miura acabó con los saludos de buenos días y rápidamente abrió su libro de texto antes de dirigirse de nuevo a la clase.
– Vamos a ver… hoy es tres de junio, entonces que tal empezar el día con la persona en el asiento décimo octavo. De pie, Takatsuki.
– ¡S-sí!
– En realidad, cambié de opinión, vamos con la persona que se sienta a tu derecha. Apuesto que no lo viste venir, Narito. -Él se equipó con una amplia sonrisa. Parecía que, al menos por el momento, Miura estaba lo suficientemente animado como para bromear con la clase. Esto ayudó a relajar el ánimo de los alumnos, aunque todos eran muy conscientes de que ese jovial ánimo podría cambiar en cualquier instante si Yuuki respondía erróneamente.
La atención de todo el mundo se centraba en si le gustaba o no, pero a él parecía no importarle. Simplemente leyó las respuestas a las preguntas de Miura de las partes que había copiado descaradamente de la tarea de Yui.
– ¡Excelente! ¡Maravilloso! ¡Es grandioso ver que le pones empeño! -Exclamó Miura.
Al exterior con la esquina de su vista, Yuuki se percató que Yui estaba sonriendo de oreja a oreja y haciéndole unas adorables señas de paz. Él entendió el porque ella estaba tan extasiada, las palabras de Miura realmente estaban dirigidas hacia ella, después de todo.
– Ok, Takatsuki, ahora es tu turno.
– ¿Qué-? ¿¡Entonces igualmente seré elegida!?
– Nunca dije que te dejaría libre. ¿Y qué estás haciendo con tus manos, igualmente?
– ¡N- no es nada! -gritó Yui, nerviosa. Repentinamente la clase entera se sumergió en un disturbio, Yui confundía las palabras mientras intentaba responder las preguntas de Miura. Esta rara ocurrencia le dejó la cara completamente roja como la remolacha.
– Hmm, cometiste un par de errores aquí y allá, pero es un buen trabajo en general. -Dijo Miura.
Yui suspiró aliviada, pero rápidamente hizo un puchero mientras miraba en dirección a Yuuki. Yuuki por sí mismo no sabía qué hacer, así que decidió devolverle la señal de paz, también. Eso podría no haber sido el más sabio movimiento, aunque, ya que una siniestra sonrisa se formó en su cara justo después.
El primer periodo continuó, y lo demás transcurrió sin percances. Cuando sonó el timbre, la clase revivió. Sin embargo, Yui seguía mirando a Yuuki en silencio. Al principio, él pensó que ella podría estar buscando una manera de quejarse de algo, pero entonces su seria expresión comenzó a suavizarse un poco.
– Jeje, supongo que al final nos eligieron a ambos. -Dijo ella. – Me alegra que decidiera compartir mi tarea contigo.
– Gracias, aprecio la ayuda.
– Pero será mejor que hagas la tuya la próxima vez, ¿oíste?
– Lo haré. -Respondió él. Intentado sonar sincero, pero a Yui debió parecerle algo divertido, debido a que repentinamente explotó y empezó a reírse nerviosamente.
– Disculpa, mi error. Ella finalmente exhaló. – sonaste muy sincero. Jeje, eres un tipo interesante, Narito~
Ella realmente sonríe mucho, pensó Yuuki para sí mismo. Él miró su rostro por un momento cuando repentinamente le vinieron a la cabeza las palabras que Keitarou le había dicho en el pasado.
– La sonrisa de la asesina del compañero de al lado es un poder a tener en cuenta! es una belleza de otro mundo. Siempre que la veo siento que se me va a salir el corazón por el pecho. ¡Aaaah!
– Oye, Takatsuki. -La llamó Yuuki. Parecía que su inocente sonrisa le hacía querer continuar la conversación.
– ¿Hm? ¿Qué pasa?
– Ummm, esto es el tipo de cosas difíciles de decir, pero…
– ¿Qué pasa? ¡Está bien, puedes decirme cualquier cosa! -Dijo alegremente. La gentil voz de Yui y su sonrisa tranquilizadora ayudaron a Yuuki a sobreponerse a la duda y solo preguntarle directamente.
– ¿Has hecho… la tarea de matemáticas, también?
– …Debes estar bromeando. -Frunció el ceño, y su alegre expresión se desvaneció en un instante.
Lo sabía todo eso era una fachada, pensó Yuuki para sí mismo.
? ?
Cuando llegó la hora del almuerzo, Yuuki se encontraba almorzando bolas de arroz solo. Sin embargo, Keitarou irrumpió en su espacio personal de la nada, y estaba babeando por saber todos los jugosos detalles sobre el nuevo asiento de Yuuki y su nueva compañera de asiento. La compañera en cuestión estaba comiendo y platicando con otro grupo de chicas en una mesa diferente.
– ¿Qué tal si te sientas? -Preguntó Yuuki, señalando el asiento vacío de Yui.
Keitarou simplemente sacudió la cabeza desde donde la tenía, recostándose sobre la pared.
– ¿Holaaaa? -Dijo él. – ¿Olvidaste de quien ese asiento del que estamos hablando? ¡No quiero amenazas de muerte hacía mí!
– ¿Amenazas de muerte? ¿De quién?
– De la bola de perdedores sentados por allá, obviamente. Pueden parecer completamente puros e inocentes en el exterior, pero son el tipo de raritos que pasan todo el día fantaseando acerca de enterrar sus rostros donde sea que Yui se haya sentado.
– ¿No bromeas? -Dijo Yuuki -No entiendo que obtendrías por frotar tu cara contra un pedazo de madera…
Repentinamente, Keitarou se arrodilló frente al escritorio de Yui. Antes de que Yuuki pudiera preguntarle qué demonios hacía, él empezó a rogarle al asiento pidiéndole buena fortuna,
– -Bueno de cualquier manera, ¿Qué tal? -Terminó tan pronto como empezó, y Keitarou ahora estaba susurrándole a Yuuki al oído. – ¿Qué piensas de ella?
– Creo que es bastante linda. -Respondió Yuuki vagamente.
– ¿Qué es eso? -Replicó Keitarou con una ruda sonrisa en su rostro. – ¿Me estás diciendo que ella ya consiguió tu sello de aprobación solo en medio día? ¡imposible! Digo, todo el mundo estaba diciendo que estabas a una sonrisa para enamorarte de ella, pero maldición, amigo.
– Ella me dejó copiar su tarea.
– … no es la respuesta que esperaba. Bueno, no importa… espera, espera. ¿Copiaste su tarea? Por favor amigo, ¡mantén la cabeza en el juego! Se supone que eres tú quien la impresionaría, no ella!
Keitarou empezó a acercarse más al espacio personal de Yuuki mientras seguía molestándole para conseguir más información. Sin embargo, no sirvió de nada, ya que Yuuki permaneció callado y parecía estar completamente enfocado en terminar su comida. Cuando de repente, Keitarou rodeó los hombros de Yuuki con su brazo y lo acercó para darle una orientación varonil.
– Un consejo de un amigo a otro -dijo él. – puedes pensar que las cosas van bien con ella. Pero tengo que traerte de vuelta a realidad… es así de charlatana con todos. Mejor no te ilusiones.
– No tenía planeado hacerlo.
– Todo es porque te sientas a su lado, hombre. Todo esta en tu mente, no lo malentiendas. -La advertencia de Keitarou, lo hacía parecer como si se tratase de algún tipo de efecto de puente colgante
Yuuki apenas estaba escuchando a Keitarou completamente, cuando ambos se dieron cuenta de que Yui brevemente regresaba a su asiento. Ella levantó algo de su escritorio, los miró brevemente a ambos y volvió con su grupo de amigas con las que había estado platicando.
– ¿Qué pasa Keitarou, estás pálido?
Aunque la personalidad alborotada de Keitarou pareciera decir que al menos haría un intento por llamar la atención de Yui, en realidad no lo hizo. Era casi como si la evitara completamente.
– Jajaja, nah, no es nada. realmente. Solíamos asistir a la misma secundaria y… ya sabes. Algunas cosas.
– ¿Qué tiene que ver eso? – Dijo Yuuki, con la ceja arqueada. – bueno lo que sea, supongo.
– Vaya amigo. ¿al menos podrías fingir interés en mi misterioso y sórdido pasado? ¿Qué clase de detective deja que los testigos se vayan sin que hayan rendido su declaración? -Protestó Keitarou.
Yuuki una vez más eligió ignorar a Keitarou y sus quejidos cuando Yui regresó a su escritorio por segunda vez. Keitarou repentinamente apartó la mirada hacia la ventana en un débil intento no parecer sospechoso, y Yuuki le siguió el rollo. Desafortunadamente para él, sintió que alguien le tocaba el hombro. Se dio la vuelta para ver a Yui parada frente a él.
– Oye, Narito. ¿recuerdas lo que hablamos hace poco? -Preguntó ella calmadamente.
– ¿Eh? ah sí… por supuesto… que sí.
– Muy convencido, jefe.
Aparentemente, Yuuki supuso que era un truco de Yui para que le invitase una bebida, ya que generosamente le dejó copiar su tarea. Él ya había olvidado por completo ese asunto, teniendo en cuenta el hecho de que ellos tenían dos clases seguidas justo después.
– Te compraré algo justo ahora. ¿Quieres algo en particular?
– Hmmm, me pregunto qué bebidas tienen… ¿Qué tal si te acompaño?
– ¿Eh? Seguro, supongo.
A Yuuki lo tomó completamente por sorpresa, pero tampoco tenía motivos para negarse. Normalmente, está habría sido la oportunidad perfecta para que Keitarou molestara a Yuuki, pero antes de que alguien se diera cuenta, y se había ido por completo de la escena. Yuuki sintió alivio de que no hubiese nadie cerca para molestarle mientras se levantaba de su lugar y salía del salón junto a Yui.
Fueron con rumbo al primer piso, donde se encontraba la cafetería de la escuela y todas las maquinas expendedoras. Esta parte de la escuela podía estar demasiado concurrida dependiendo la hora del día, pero ahora mismo había pocas personas ya que ese par había ido a una hora poco usual.
Mientras esperaban en la fila de la máquina expendedora, Yui se giró de repente hacia Yuuki y rompió el silencio. – Estas muy callado, Narito. ¿Te comió la lengua el gato o qué?
– Así soy.
– ¡No es para nada normal el hecho de permanecer callado durante cinco minutos!
– Tu tampoco eres mejor, respondió Yuuki. -No se equivocaba. Al fin y al cabo, ambos habían recorrido el pasillo sin intercambiar una sola palabra.
– Estaba esperando que dijeras algo, ¡Cualquier cosa! Y entonces llegamos hasta aquí antes de que me diera cuenta.
– Yo también estaba esperándote.
– … ¿de verdad?
Como siempre, Yuuki fue sincero. Realmente pensaba que Yui tomaría la iniciativa de iniciar una conversación tal y como había estado haciendo toda la mañana. Por su parte, Yui, probablemente sospechaba que quizás, Yuuki, solo estaba jugando unos juegos mentales incomprensibles. Sin embargo, la verdad era que el chico simplemente no podía imaginar un tema para salvar su vida
– Nah, espera, no me digas… ¿Acaso estabas nervioso? -Preguntó ella burlonamente, mirando a Yuuki de una manera adorable.
– ¿Yo? ¿Nervioso?
– ¿Sabes qué? Olvídalo. No dije nada. -Dijo ella sacudiendo la cabeza.
Su pequeño vaivén fue interrumpido por lo que parecía ser una pareja que coqueteaba intensamente frente a ellos que estaban en la fila.
– Oyeeee, mi tierno Taku, ¿Qué te gustaría beber? (Myztery: le dice Taku-pie y tuve que adaptarlo a como pude)
– No estoy seguro, frijolito~ ¿Qué te gustaría comer? (Myztery: sweet pea~ tuve que adaptar otra vez)
– Realmente no estoy segurooo… dime frijolito, puedes decidir por tu cuenta~ ¿Puedes elegir por mí, tesorito?
– ¿Qué tal si elegimos lo que bebemos usualmente? Solo para ver que sucede (este par me tienen lleno de cringe)
– ¡Qué linda idea! Estoy segura que terminaremos eligiendo lo mismo!
No era claro si la pareja estaba fanfarroneando su relación o si simplemente no eran conscientes de que estaban atrasando la fila. Después de tomarse su tiempo para elegir una bebida, finalmente se fueron, con los brazos entrelazados y los ojos firmemente clavados el uno al otro.
– Tch. -Yui miró fijamente a la pareja mientras se iban.
– ¿Acabas de chasquear la lengua?
– ¿Quién, yo? Nunca lo haría. ¿Qué hiciste con esa bola de tortolos de atrás, de todas maneras?
– No mucho, aparte que son increíblemente molestos
– Ya veo… es la primera vez que nos hemos visto cara a cara.
– Entonces les chasqueaste con la lengua
– ¡Te acabo de decir que no! El odio hace pesado el corazón, sabes. -Se burló golpeando la nariz de Yuuki con el dedo antes de volverse a hacia la máquina expendedora. – ¿Tienes alguna sugerencia?
– Hmmm. ¿Qué tal un poco de Dr. Fepper? (se maman los tipos de la editorial xd)
– Paso, ¿alguna otra?
Las ideas de Yuuki parecían empezar y terminar con la Dr. Fepper, por lo que Yui terminó optando por un té negro. Yuuki también se compró una bebida, y abrió la botella de plástico con un bufido satisfactorio.
– ¿Realmente te gustan esas cosas? -Preguntó ella, con el escepticismo engullendo su rostro.
– Sí. ¿Quieres sorbo? -Respondió y le ofreció la botella.
– Uhh, bueno, quiero decir… -su voz se entrecortaba. Sus ojos iban de un lado a otro mientras señalaba incómodamente la botella.
– Oh, entiendo. Bebí de este lado, así que si quieres puedes beber del otro lado.
– ¡¿Estás de acuerdo con que bebamos de la misma botella?!
– Si, no me importa particularmente.
– ¿Ah sí? Te demostraré que tampoco es un gran problema para mí. Para nada.
– Bueno, entonces adelante. Dijo mientras le pasaba la bebida.
Yui se quedó completamente en blanco, ella no podía hacer nada más que mirar silenciosamente la botella en su mano. Le tomó lo que parecía una eternidad recuperarse, y a juzgar por su expresión, estaba claro que tenía unas cuantas quejas que gritarle a Yuuki.
– ¿Qué? Preguntó él.
– Umm, bueno, ¡no puedo beber tranquilamente si te me quedas viendo fijamente! Date la vuelta, ahora. -Le exigió ella. Claramente no aceptaba un no por respuesta, ya que lo agarró y le obligó a mirar hacia otro lado.
–
– No es que esté viendo como te cambias o algo por el estilo -protestó Yuuki en silencio. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para reflexionarlo, ya que poco después, ella le dijo que podía darse la vuelta. Y le devolvió la botella en cuanto lo hizo.
– ¿Hm? ¿Entonces lo has probado?
– Por supuesto que sí.
– ¿En serio? A mí me parece que está intacto.
– ¡Te he dicho que sí! -Exclamó ella, con el rostro enrojecido por el coraje.
? ?
En cuanto terminaron las clases, Yuuki se dio prisa para ir a la biblioteca. Sacó de su mochila un libro de filosofía que había estado leyendo antes y lo dejó en el buzón de devoluciones. Se dio la vuelta para poder irse, pero por desgracia, terminó haciendo contacto visual con uno de los profesores que estaban por allí.
– ¿Qué te pareció? Preguntó la profesora.
– Una lectura difícil, sin duda alguna.
– Jaja, ya veo, respondió ella, rompiéndose con una entretenida sonrisa.
Yuuki no podía imaginarse diciéndole cuan confusa y aburrida fue la experiencia para él. La profesora parecía haberle agarrado cariño por alguna razón, hasta el punto en el que le había robado mucho de su tiempo la última vez que había ido a la biblioteca. Así pues, Yuuki decidió emprender una apresurada retirada rumbo a la entrada de la escuela antes de que la profesora tuviese la oportunidad de recomendarle otro tomo extraño.
– Veo con mi ojito… ¡a un Narito! -Sonó una alegre voz mientras Yuuki se cambiaba los zapatos. Miró al lado y no se sorprendió precisamente por encontrar a Yui saludándole y acercándose. – ¿Ya te vas a casa?
– Sí.
Yui le sonrió levemente antes de pasar al lado de su casillero e iniciar a cambiarse los zapatos a sus zapatos casuales también. Yuuki, mientras tanto, cerró su casillero y se dirigió afuera. El cielo había estado nublado el día entero, y era el comienzo de lo que parecía que sería una lluvia en cualquier momento.
– Wooooah, parece que va a llover pronto. -Yui, quien apareció a su lado, observaba. Yuuki estaba aturdido por su repentina e inesperada interrupción.
– ¿Caminas a la escuela, Narito? Debes vivir bastante cerca entonces, ¿verdad?
– Sí, vivo al final de la calle Nakamachi.
La mayo parte del tiempo, Yuuki iba a pie a la escuela, sobre todo porque se vio obligado a hacerlo por haber roto su bicicleta cuando se estrelló con una zanja a un lado de la calle en una mañana somnolienta. Lo más consolador para él, era el hecho de que la preparatoria Higashiseiyou no estaba particularmente lejos de su casa. Estaba alrededor de unos treinta minutos si aceleraba el paso.
– Oh, ¿en serio? Hoy voy a ir a pie hasta la estación del tren. ¿Quieres acompañarme?
Yuuki no podía creer lo que había escuchado. Él habría entendido si ella hiciera un show de preguntas durante la clase, considerando su reputación, pero pedirle que la acompañe fuera de clase estaba completamente fuera de sus expectativas. Aunque tal vez todo era solo una mera coincidencia. Aparte, Yuuki no veía una razón para quejarse, así que imaginó que aceptaría su oferta.
– Nosotros no habíamos hablado nunca hasta esta mañana, y mira ahora como estamos -Dijo ella. – es extraña la manera en que funcionan las cosas, ¿eh?
Yui mantuvo su habitual y brillante sonrisa, mientras pasaban por la puerta principal de la escuela. A medida que la distancia entre ellos y la escuela aumentaba, él numero de alumnos disminuía, la postura y el comportamiento en general de Yui se hicieron más relajados.
– Sí, tienes razón. -Respondió Yuuki, fracasando completamente en su intento de prolongar la conversación. Siempre fue la clase de persona que simplemente se mantiene al margen, aunque el hecho de que esta situación fuera completamente nueva para él, no ayudaba.
– Entonces dime, ¿con qué demonio tengo que pactar para sanarte de ser mudo? -Bromeó Yui. Quién finalmente se había cansado del constante silencio y ahora lo miraba a la cara de reojo.
– ¿Quieres que te cuente algo?
– Uhhh, ¿sí? ¿tienes alguna historia interesante? Cualquier cosa servirá. -Suplicó claramente sin percatarse de la tarea que le acababa de encomendar a Yuuki.
Quien tuvo que reprimir activamente el impulso de rechazarla. Después de todo, si iba a seguir insistiendo en que era un “estudiante promedio de preparatoria”, pensó que sería una buena idea si le demostraba que, de hecho, era capaz de mantener una conversación.
– Tengo una con relación al libro que estaba leyendo en la mañana.
– ¿Qué hay de ello?
– Hablaba sobre el espíritu del “resentimiento” lo cual es fundamental para la moral esclavista, y-
– Lo siento, me perdí. -Interrumpió ella, desanimándole.
Es cierto que dijo cualquier cosa está bien, pero este tema en particular claramente era demasiado sofisticado, inclusive para el filósofo más avanzado. Yuuki sintió una mueca de satisfacción al saber que Yui no sería capaz de molestarlo por ello. Él brevemente se tiró de espaldas dentro de su propio mundo interior antes de que fuera arrastrado de vuelta a la realidad por Yui.
– Usualmente voy a la escuela en mi bicicleta a menos que esté lloviendo. -Dijo ella, sin que nadie se lo preguntase. – tu casa está todavía un poco más lejos, ¿no? ¿tienes un paraguas?
– Olvidé traer uno antes de ir a la escuela. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que me moje?
Yuuki era consciente de que podía evitar ese húmedo destino con un viaje rápido a la tienda de conveniencia, pero no quería gastar dinero.
– ¿Ooooh? Entonces seré amable y compartiré mi paraguas contigo si estás bien con eso. -Ella blandió su paraguas mientras pensaba en ella como una espada y observó a su víctima.
Yuuki estaba inseguro de como responder y dudó, pero el suspiró de satisfacción de Yui le evitó tener que decir algo en primer lugar.
– Eso es lo que obtienes por lo que hiciste esta tarde -dijo ella.
– ¿Disculpa?
– Si me lastimas, ¡te lastimaré el doble!
– ¿Tú qué? -Preguntó Yuuki, completamente confundido. Antes de que si quiera pudiese empezar a darle sentido a lo que ella acababa de decir, la lluvia cayó repentinamente hacia el suelo. Yui rápidamente abrió el paraguas, y lo volteó a ver elocuentemente.
– Fuera de aquí, dijo ella. – te dejaré debajo estar bajo de ella si me lo pides amablemente.
– Sigue soñando.
– ¡Diviértete mojándote entonces! -Se burló, sacando la lengua.
Yui dio unos cuantos pasos lejos de Yuuki, quién estaba distraído intentando imaginar la mejor manera de evitar empaparse. La lluvia era más cercana a una llovizna que a otra cosa, y pensó que si aceleraba el paso, podría llegar a cubrirse a tiempo. Sin embargo, tan pronto como la lluvia había comenzado, había dejado de caer sobre su ropa. Tardó un momento, pero vio a un costado y finalmente se dio cuenta de que Yui había decidido acercase a él después de todo. Ella se esforzaba por mantener el paraguas para protegerlos a ambos de la lluvia.
– Sería mucho más fácil para mí, si tú sujetarás esta cosa. -Se quejó ella.
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