Amaetai Osananajimi wa "Nan demo Iu Koto Kikuken" wo Motte, Kiss wo Shitai to Sematte Kuru - 1-Prólogo

Amaetai Osananajimi wa “Nan demo Iu Koto Kikuken” wo Motte, Kiss wo Shitai to Sematte Kuru.
Volumen 1-Prólogo:

 

“Hagamos bebés, Ryota-kun”.

Sucedió una tarde increíblemente normal en la sala de estar.

Después de llenar mi estómago con espagueti napolitano, me estoy preparando para mi examen de ingreso. Fue entonces cuando esta ridícula petición cayó del cielo.

Yo, Ryota Hayasaka, hice rodar el lápiz sobre mi escritorio mientras tomaba un sorbo de té negro con limón.

“… ¿Acabas de decir hacer bebés?”

“Sí, quiero tener bebés con Ryota-kun”.

La persona sentada frente a mí es mi amiga de la infancia, Sayu Hibiya. La expresión de su rostro está llena de seriedad. Su cabello castaño se balancea suavemente. Puso ambas manos en su barbilla y me dio una leve sonrisa.

“¿Debería llevarte a un médico…?”

“Todavía es demasiado pronto para ver a un ginecólogo, ¿sabes? ¿No hay algo que se supone que debemos hacer antes de eso?

“Bien, deberías ver a un neurocirujano”.

“¿Estás tratando de decir que hay un problema con mi cerebro?”

Las mejillas de Hibiya se hincharon con un “puf”. Ella me miró con sus ojos resentidos.

“No es que quiera decirlo, pero de hecho hay un problema, ¿verdad? Todavía estamos en la preparatoria”.

“Oh, tonto, no te dejes aprisionar por un pensamiento tan rígido. Personas excepcionales surgen del mundo cada generación”.

“Está bien no surgir así al mundo…”

“¡Deberíamos intentarlo! Además, mira, los hijos de Ryota-kun deben ser adorables, ¿de acuerdo? Van a ser un tesoro nacional, ¿sabes? Entonces, hagamos uno, ¿hmm?”

Sus ojos están llenos de lujuria mientras habla. Uf, … eso es hacer trampa.

Cubrí mis mejillas sonrojadas con mi mano derecha y me di la vuelta.

“Bueno, serán lindos si se parecen a ti…”

“No, apuesto a que serán más lindos si se parecen a Ryota-kun”.

“¿Ha? Deberías mirarte en el espejo”

“Lo mismo va para ti, Ryota-kun. …Haaa, ¿cuál es el punto de discutir sobre esto? De todos modos, ¡haz bebés conmigo!”

Una encantadora sonrisa floreció en su rostro mientras ponía sus manos sobre su pecho. Aparté la mirada y hablé con determinación.

“No vamos a hacer bebés. Estás siendo demasiado ridícula.”

“No lo estoy. Tengo un plan.”

“¿Plan?”

“Sí, estamos hablando de nuestro hijo, después de todo. Apuesto a que serán reclutados por su talento si los llevamos a las calles. Nuestro hijo cantará y ascenderá por el camino de ser un idol y una celebridad en muy poco tiempo. Ya no tendremos que preocuparnos por nuestros gastos. ¿Cómo es eso? Es un plan perfecto, ¿verdad?

“¡Esa es una crianza estúpida!”

“Eh, ¿Ryota-kun cree que esto no funcionará?”

“Creo que será fácil”.

“Ryota-kun tampoco es mucho mejor”.

“Pero este plan está fuera de discusión”.

“Aunque pensé que era una buena idea. …Bueno, pero realmente no quiero que nuestro niño angelical esté en los medios, ¿verdad?”

“No,… lo que sea. Vamos a dejar las cosas así.”

Suspiré y acaricié suavemente mi pecho. Todo se debe a su tendencia a decir cosas raras.

Pensé que este era el momento en el que podía terminar esta conversación.

“Olvídate primero de las partes complicadas. Todavía quiero al bebé de Ryota-kun. Serán los más lindos, ya sea un niño o una niña. Entonces, ¿no vas a hacer uno conmigo?”

Los ojos de Hibiya brillan. Se inclinó hacia delante y se cerró en la distancia.

Sus emociones se asemejan a las de un niño que visita un parque de diversiones por primera vez. En marcado contraste con eso, mi cara está crispada.

“Normalmente, eso es un no. …Deberías rendirte con el bebé.”

“Ya veo. Sabía que Ryota-kun diría eso. Es por eso-”

“¿Q-Qué es eso…?”

“No digas que lo olvidaste, ¿okay? Este es un boleto de ‘Haz lo que quieras’ que Ryota-kun me dio hace mucho tiempo”.

Sacó un trozo de papel de su bolsillo derecho y me lo entregó.

El trozo de papel ha resistido la prueba del tiempo. En él está escrito con un marcador de color “Haz lo que quieras”. Incluso hay una anotación “Solo para Sayu Hibiya” en la esquina por si acaso.

No voy a mentir. Esto fue algo que le di cuando éramos pequeños.

“Por favor, haz bebés conmigo, Ryota-kun”.

“A-Aunque dice que puedes hacer lo que quieras… No creo que pueda aceptar ninguna solicitud que tengas”.

“Sabes, soy una persona que utiliza mis derechos al máximo”.

“Eso es demasiado. Por favor cambia-”

“No, por favor completa mi solicitud, Ryota-kun”.

Empujó el boleto en mi mano derecha. Una suave sonrisa apareció en su rostro. Me goteaba sudor frío.

Sheesh, ¿realmente le di un regalo tan ridículo en el pasado…?

No digas que harás lo que sea, nunca. Absolutamente no. Ni siquiera si me destrozas la boca.

En el pasado, le di 10 boletos de “Haz lo que quieras”.

Usó 7 de ellos. Quedan 3.

Ella ha estado confiando en esos para pedir solicitudes vergonzosas tras otra.

Por cierto, esta es probablemente la solicitud más loca hasta la fecha. No, el primero fue solo…

Eso sucedió hace medio año.